Efesios 5:2
“Y andad en amor, como también Cristo nos amó y se entregó a sí mismo por nosotros, ofrenda y sacrificio a Dios en olor fragante.”

La habilidad de oler es un regalo que a menudo damos por sentado. Y esto probablemente es debido a que usualmente identificamos las cosas más rápidamente a través de uno de nuestros otros sentidos.  Así mismo, la cena de Acción de Navidad no sería igual sin los aromas.

Algunas de las criaturas más raras tienen un sentido del olfato.  Aunque usted no lo crea, aun los hongos tienen un sentido del olfato.  Las lombrices tienen órganos en su cabeza para sentir olores.  Las garrapatas llevan sus órganos de detección de olores en sus pies; ¡Este arreglo no funcionaría bien para nosotros!  ¡Los moluscos olfatean a través de sus branquias!  El salmón utiliza el olfato para encontrar el mismo arroyo en el cual fue desovado.  Las lagartijas y las culebras utilizan sus lenguas para detectar olores.

Los animales más capaces en el mundo en olfatear pueden detectar un olor aun si tan solo hay una molécula de ese olor mezclado con 10 trillones de moléculas de aire regular.  La nariz entrenada de un olfateador de perfumes hoy en día puede identificar cerca de 10.000 diferentes olores.

Antes de los días de la medicina moderna, el diagnóstico de un doctor consistía, en parte, en olfatear al paciente.  Por ejemplo, la plaga tenía un olor a miel.  La fiebre escarlatina a menudo daba a conocer su presencia a través del olor a pan caliente, y el sarampión olía como plumas recién arrancadas.

Requiere un agudo conocimiento de bioquímica para diseñar un sistema que pueda detectar e identificar aromas.  Así que la próxima vez que huela una maravillosa comida o una bella flor, usted podría desear agradecer a su Creador.

Prayer:
Te agradezco Señor, por mis sentidos y todos los aromas maravillosos con los cuales has llenado el mundo. Ayuda a que mi vida sea una ofrenda fragante que asciende a Ti. Amén.

Notes:

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