Génesis 2:1-2
“Fueron, pues, acabados los cielos y la tierra, y todo lo que hay en ellos. El séptimo día concluyó Dios la obra que hizo, y reposó el séptimo día de todo cuanto había hecho”.   
 

Todo ingeniero estará de acuerdo de que si un diseño inteligente funciona bien, entonces se debe utilizar ese diseño de nuevo.

Todos los animales de sangre caliente generan calor al digerir su comida.  Grandes animales general mucho calor y, como un motor de carro, debe haber un dispositivo de enfriamiento de lo contrario el calor mataría al animal especialmente en un clima caliente.

El elefante es un perfecto ejemplo.  Es grande y vive en un clima caliente.  Si usted fuera el ingeniero diseñador ¿Cómo superaría usted el problema del calor? Usted podría proveer al elefante con un ritmo metabólico menor para que se produzca menos calor para empezar.  Pero aquí hay un límite.  No, la solución era equipar al elefante con grandes orejas que pesan alrededor de 100 libras cada una y llenas de vasos sanguíneos pequeños.  Al cambiar la cercanía de sus orejas de su cuerpo, o al agitarlas, el elefante puede controlar cuanta sangre en sus orejas se enfría antes de ser retornada al resto de su cuerpo.

Para cuando el Señor terminó su obra de la creación, Él había resuelto millones de problemas de ingeniería como este.  Y estos a menudo son los mismos problemas que los ingenieros de hoy deben resolver.  ¡Es entonces no es increíble que muchos ingenieros también sean creacionistas!

Oración: Amado Padre celestial, ayúdame a tener gozo en mi trabajo, así como Tú sentiste gozo en Tu obra de la creación.  Toma todo lo que hago, lo que sea, como parte de mi ofrenda para Ti.  En nombre de Cristo Jesús.  Amén.

 Ref: Science Digest – May 1983, p.92.  Photo: Elephant by Steve Buissnne Unsplash.com

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