Génesis 50:25-26
“E hizo jurar José a los hijos de Israel, diciendo: —Dios ciertamente os visitará, y haréis llevar de aquí mis huesos. Murió José a la edad de ciento diez años; lo embalsamaron, y lo pusieron en un ataúd en Egipto”.

El Génesis es un gran libro. Hay razones fuertes por las que este libro siempre ha sido considerado como un libro en lugar de dos. Una razón para que los creacionistas se alegren de esto es que los capítulos del 12 al 50 están claramente escritos en un estilo narrativo histórico, y los capítulos del 1 al 11 están en el mismo estilo. Por esta razón, no es consistente considerar que los capítulos del 12 al 50 sean historia, mientras que se interpreta los primeros capítulos como poesía o alegoría.

Desde el capítulo 12 en adelante, la narrativa es sobre Abraham, Isaac y Jacob. Dios hizo un pacto importante con Abraham, que luego renovó con Isaac y Jacob. Muchos comentaristas pueden ver el sentido de estos relatos en este libro de los comienzos, pero, ¿qué acerca de José? Dios no volvió a declarar su pacto con José, aunque claramente todavía estaba en vigor. No solo eso, sino que los propósitos de Dios en la salvación no fueron ni siquiera a través de los descendientes de José, pues ese honor iría a Judá, el hermano de José.

Parecería que el relato de José fue acerca de los descendientes de Abraham que Dios usó dentro de lo que se convertiría en un establecimiento normal del mundo; los antepasados de José habían vivido mucho más tiempo que él,  José tenía 110 años cuando murió, esta no es una edad excesiva comparada hoy en día, su edad encaja en la curva patriarcal que podemos desarrollar a partir de Génesis 11 y muestra cómo la verdad del relato de la creación es vital para nuestra comprensión del resto de la historia bíblica.

Oración: Gracias Señor, porque cada relato que leemos en Tu maravillosa Biblia es verdadero y está ahí por una razón. Amén.

Ref: Morris, H.M.M. (1976), El registro de Génesis, (Grand Rapids, MI: Baker), p. 668. Imagen: José reconoce a sus hermanos, Musée Municipal Frédéric Blandin, Nevers, Francia, Dominio Público.

 

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