Génesis 1:25
E hizo Dios animales de la tierra según su género, y ganado según su género, y todo animal que se arrastra sobre la tierra según su especie. Y vio Dios que era bueno.

Las ideas evolutivas sobre cómo la jirafa tiene un cuello largo son a menudo similares a las historias “Precisamente así” de Rudyard Kipling, como la del elefante que tiene la nariz larga. Pero, hay versiones que el evolucionista profesional desaprobaría. La idea popular es que cada generación de jirafas se extiende hacia hojas cada vez más altas, de modo que sus crías tienen cuellos progresivamente más largos. Esta noción popular no explica por qué los cuellos de las jirafas deberían dejar de crecer y, en cualquier caso, todo el concepto es rechazado por los evolucionistas profesionales con el argumento de que no describe “La Evolución Darwiniana”, sino más bien una evolución Pre-Darwiniana al estilo Lamarckiano.

Un modelo darwiniano sugeriría que una mutación llevó a algunas crías a tener cuellos más largos y que, debido a que tuvieron acceso a mejores fuentes de alimento, la selección natural dio como resultado que estos animales de cuellos más largos sobrevivieran. Pero pocos evolucionistas, si es que hay alguno, sugerirían que la longitud actual del cuello se logró en una generación. Esto conduce a problemas sobre cómo cada una de las siete vértebras del cuello se alargaba y desarrollaba sus características articulaciones esféricas que otros mamíferos no tienen. En consecuencia, un artículo científico reciente sugirió que el animal del que evolucionaron las jirafas ya tenía un cuello alargado. Pero esto simplemente hace retroceder el problema sin abordarlo.

El cuello de la jirafa funciona perfectamente. Es mucho más científico sugerir que no se desarrolló a partir de cuellos más cortos, sino que Dios lo diseñó para hacer exactamente lo que hace.

Oración: Señor Dios, te alabamos por tu maravilloso diseño en la naturaleza y por cómo te preocupas por las criaturas que hiciste. Gracias porque Tu Palabra nos recuerda que te preocupas aún más por nosotros. Amén.

Ref: Danowitz Melinda, Vasilyev Aleksandr, Kortlandt Victoria y Solounias Nikos, Evidencia fósil y etapas de elongación del cuello de la Jirafa camelopardalis, 2R. Soc. Open sci. < http://doi.org/10.1098/rsos.150393>, consultado el 9/28/2019. Imagen: Tomada por Muhammad Mahdi Karim, GNU Free Document License 1.2.

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