Isaías 29:16
“Vuestra perversidad ciertamente será reputada como barro de alfarero. ¿Acaso la obra dirá de su hacedor: «No me hizo»? ¿Dirá la vasija de aquel que la ha formado: «No entiende»?”

Se descubrió por primera vez en 1855, pero muchos científicos debatieron su existencia durante otros 50 años.  Una vez que su existencia se comprobó finalmente a satisfacción de todos, pasaron otros 50 años antes de que la ciencia tuviera herramientas para empezar a estudiarlo.  Finalmente, a fines de los años de 1980, los científicos empezaron a aprender un poco más acerca de los secretos de una de las estructuras más diminutas y sin embargo más sorprendentes del cuerpo.

bottomless suitcasePor detrás del ojo, entre la capa más profunda de la retina y las células que están debajo, se encuentra un diminuto foso hecho de alrededor de 10 gotas de un líquido misterioso.  Toda la fosa es más delgada que una hoja de celofán.

Parece que el líquido claro en la fosa sirve a los tejidos circundantes que detectan luz del ojo en lugar de sangre, trayendo nutrientes y llevando cualquier desperdicio.  También transporta químicos sensibles a la luz requeridos por las células que detectan la luz.  Además, parece que es la pega que mantiene a la retina en su lugar.  Además de eso, el foso es rico en un factor de crecimiento.  Este factor hace que los científicos crean que el gel también podría ser importante para reparar heridas en la retina, manteniendo las células de la retina jóvenes y activas, así como ayudando en el crecimiento de nuevas células.  Como dijo un investigador, mientras más estudian esta diminuta estructura más habilidades inesperadas encuentran – algo como una maleta sin fondo.

Charles Darwin, que ni siquiera sabía acerca de la fosa tenía razón cuando dijo que era imposible creer que la selección natural haya podido producir el ojo.

Prayer:
Amado Padre, Te agradezco que yo he sido creado a través de Tu atención personal y amor y que mi creación no fue la responsabilidad de la casualidad y de accidentes. Confío en tu continuo amor en mi vida a través de Cristo Jesús. Amén.

Notes:
Weiss, P.L. 1990. Eye diving. Science News, v. 138, Sept. 15. p. 170.

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