John 15:1
“Yo soy la vid verdadera y mi Padre es el Labrador”.

El relato evolucionista sobre la historia del hombre nos dice que tomó al hombre décimas de miles de años saber que podía cultivar alimento para sí mismo.  Sin embargo, hoy sabemos que algunas termitas, hormigas y escarabajos ambrosia en realidad cultivan alimentos.

En los océanos del mundo hay acercamientos más simples, llamados protocultivos, entre unas pocas criaturas.  El protocultivo no es nada más que donde lapas y algunos peces damiselas pastan algas establecidas.  Hoy en día, los científicos han encontrado un ejemplo de verdadero cultivo entre una especie de pez damisela.  Este pez se alimenta de especies de algas rojas que crecen en una alfombra café.  La protege de otras criaturas que están en busca de una ensalada.  También saca cualquier otra alga diferente de su parcela, en realidad saca a las algas entrometidas en su parcela.  Cuando un pez damisela fue removido de su parcela, fue rápidamente devorado por otras criaturas y no pudo reemplazarse.  Una encuesta mostró que la alfombra café de algas sólo crece donde existe un pez damisela que pueda cuidarla.  En realidad depende del pez damisela para poder sobrevivir.

El cultivar no es una invención del hombre, sino un regalo de Dios.  Está claro que Dios dio el regalo del cultivo a aquellas criaturas que Él deseó que tuvieran este regalo.  Dios a menudo se compara a Sí mismo con un agricultor en las Escrituras.  Finalmente, se llama a Sí mismo un agricultor y a Cristo Jesús la viña y a los creyentes en Cristo las ramas.

Prayer:
Gracias, Padre, por haberme injertado en Tu Hijo, Cristo Jesús, para que pueda conocer Tu perdón. Amén.

Notes:
Science News, 8/12/06, p. 102, S. Milius, “Fish as Farmers.”

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