Colosenses 1:16
“Porque en él fueron creadas todas las cosas, las que hay en los cielos y las que hay en la tierra, visibles e invisibles; sean tronos, sean dominios, sean principados, sean potestades; todo fue creado por medio de él y para él.”

Cuando era joven, recuerdo haber escuchado una vez que el equipo de cricket de Inglaterra se estaba preparando para jugar una serie de partidos (una serie de prueba) contra los Kiwis.  Para ese entonces, había visto un kiwi en un zoológico, por lo que me sorprendió cómo esta pequeña ave del tamaño de un pollo podría jugar un juego de pelota contra hombres adultos. Por supuesto, en ese contexto, la palabra kiwi se estaba utilizando como un gentilicio de la gente de Nueva Zelanda. Esto se debe a que las cinco especies existentes de kiwi viven en Nueva Zelanda.

¡Qué criatura tan notable es el kiwi! A primera vista, parece no tener alas. Sus pequeñas alas son tan cortas que no aparecen a través del plumaje. El kiwi tiene un pico largo, ¡excepto que no lo tiene, según las mediciones oficiales del pico! Los picos de las aves generalmente se miden desde las fosas nasales hasta la punta, y las fosas nasales del kiwi están, inusualmente, cerca de la punta del pico en lugar de estar cerca de la cabeza, como con la mayoría de las aves. Aunque el kiwi es del tamaño de un pollo, ¡sus huevos son seis veces más grandes que los de un pollo! De hecho, el huevo del kiwi es el más grande, en proporción al tamaño del cuerpo, de cualquier ave en el mundo.

¿Por qué el kiwi tiene tantos comportamientos extraños? No podemos estar seguros, tal vez tuvo algo que ver con vivir en un lugar que no tenía mamíferos. Pero parece que fue diseñado por Dios para comportarse exactamente de la manera en que lo hace.

Oración: Gracias Padre, por la amplia variedad de Tu creación. Gracias porque el        mundo que nos rodea realmente muestra Tu poder creativo. Amén.

Ref: Aves que no vuelan, https://answersingenesis.org/birds/flightless-birds-alternate-plan/ >, consultado 2/28/2019. Imagen: Dominio Público.

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