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Salmos 146:8
“Jehová abre los ojos a los ciegos; Jehová levanta a los caídos; Jehová ama a los justos”.
Usted se levanta temprano. La iluminación no es muy buena, de todas formas logra ponerse las medias, sólo para enterarse, a la luz del día, que una media es azul y la otra gris. Esto es porque nuestros ojos tienen células cono para detectar el color, así como las células bastón que son sensibles a la luz, pero que no pueden ver el color. Así que al volverse más tenue el nivel de luz, tenemos una menor habilidad de detectar los colores.
No es así con el geco de capucha. Basados en sus estudios de los ojos de los gecos, algunos científicos se preguntaban si podían ver en la oscuridad. Para probar esto, hicieron cartas con patrones de ajedrez de azules y grises. Luego se les entrenó a los gecos a tomar grillos etiquetados con una de las tarjetas. Luego, ofrecieron a los gecos grillos etiquetados con una tarjeta azul, y los premiaron con el grillo esperado. A los grillos etiquetados con tarjetas color gris se les hizo tener un mal sabor al ponerlos en agua salada. Durante estas pruebas el nivel de luz era tan bajo que los investigadores no podían darse cuenta la diferencia entre los colores. Sin embargo, los gecos tomaban más a menudo los grillos que tenían las tarjetas azules por lo menos dos veces, y así comprobaron que podían ver las diferencias de color.
Aunque nos maravillamos de la creatividad ilimitada de Dios de proveer para las necesidades de Sus criaturas, vemos esta verdad por fe. Asimismo, la fe también nos muestra que Dios nos redimió a través de Su Hijo.
Prayer:
Te agradezco, Señor por el don de la vista. Ayúdame a ver más claramente a través de los ojos de la fe que Tú me has dado. Amén.
Notes:
Science News, 11/27: 2004, p. 342, S. Milius, “Color at Night.”
