Salmos 119:73
“Tus manos me hicieron y me formaron; hazme entender y aprenderé tus mandamientos”.

Hoy iremos al banco de peces y aprenderemos acerca de la sabiduría que Dios incorporó en unas 20.000 especies distintas de peces.

¡Los peces también van al banco! En primer lugar, los peces no aprenden para ir al banco; ellos saben instintivamente como estar en los bancos desde el nacimiento.  ¡Conducirse en los bancos tiene ventajas para los peces, y algunos de los bancos pueden tener hasta más de un millón de peces en ellos! La razón para esto es que los bancos ofrecen mucha protección de los predadores.

¿Alguna vez se preguntó por qué, cuando es atacado un banco de peces o simplemente se lo asusta, los peces no se chocan entre sí – sino que irradian alejándose de la amenaza como juegos pirotécnicos explotando?  Por supuesto, todos ellos sí se pueden ver entre sí; ellos saben hacia donde van todos los peces junto a ellos.  Asimismo, los bancos de peces tienen órganos especiales, llamados líneas laterales, que recorren la longitud de sus cuerpos justo debajo de su piel.  Estos órganos están llenos de cabellos sensibles, que sienten el movimiento del agua alrededor de los peces, para que cada pez tenga un mejor sentido de la velocidad y dirección de su vecino como de los sutiles movimientos en el agua.

Esta claro sobre las ventajas de movilizarse en los bancos, así también sobre los órganos especiales que tienen los peces los que les ayuda a mantenerse en los bancos; estos no son el producto de accidentes genéticos ni de la casualidad.  Son testimonio de un Creador que cuida de todas las criaturas que ha creado.  ¡Y si así cuida de los peces, cuánto más le cuida a usted y desea establecer una relación con usted a través de Su Hijo, Cristo Jesús!

Prayer:
Amado Padre, Tú no dejas que nada en tu creación quede ausente de tu amor, y siempre estás con nosotros. Ayúdame a aprender más de tu presencia en mi vida y que pueda rechazar lo mejor posible a aquellos que encuentran en la casualidad o en el accidente la razón de la vida. En Nombre de Cristo Jesús. Amén.

Notes:
Lemonick, Michael D., 1985, “Who do fish fraternize in formation?” Science Digest, Apr. p. 88.

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