Deuteronomio 6:5
“Amarás a Jehová, tu Dios, de todo tu corazón, de toda tu alma y con todas tus fuerzas”

Dicen que una imagen vale más que mil palabras. Si bien eso suele ser cierto, también dicen que se necesita un cerebro muy evolucionado para imaginar objetos y recordarlos. La ciencia está aprendiendo que este pequeño mito evolutivo es realmente ficción.

En lo que respecta a la abeja, no todas las flores son iguales. Algunas flores son una buena fuente de néctar, mientras que otras son una pérdida de tiempo. Las flores de alfalfa pueden matar a una abeja porque están diseñadas para ser polinizadas por insectos más grandes. Cuando un insecto aterriza, un pétalo central en la flor libera el estambre y barre el polen hacia arriba para ayudar a la polinización. Las abejas pueden ser arrojadas de la flor o atrapadas dentro de esta acción.

Los científicos siempre pensaron que las abejas resolvían el problema de encontrar flores seguras y productivas recordando una lista de características. Creían que la abeja era evolutivamente demasiado simple para recordar imágenes mentales de las flores favoritas. Sin embargo, experimentos recientes han convencido a los científicos de que las abejas realmente almacenan una imagen mental de flores productivas. En estos experimentos, las abejas fueron recompensadas con agua azucarada por visitar algunos patrones y no otros. Sus reacciones mostraron que recuerdan imágenes, y no simplemente patrones.

Además, los experimentos demostraron que las abejas son bastante inteligentes y buenas aprendices. Un científico señaló que estos experimentos demostraron que las suposiciones de “La Evolución” sobre las llamadas criaturas superiores e inferiores son falsas. Aquellos que creen en “La Evolución” tienen que repensar su visión del mundo. Mientras tanto, podemos dar gracias a Dios por dar tan generosamente el don de la inteligencia a tantas de sus criaturas.

Oración: Señor, te agradezco por la inteligencia que me has dado, y te pido que me perdones por las veces que he ignorado y abusado de este gran regalo. Déjame servirte con todo mi corazón, alma y mente. Amén.

Ref: “Para las abejas, una imagen vale mil ángulos de línea”. Noticias científicas, v. 127. pág. 196.  Foto: Abeja – Pixabay.com

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