Salmos 94:9
El que hizo el oído, ¿no oirá? El que formó el ojo, ¿no verá?

Parece que no todas las criaturas necesitan ojos para poder ver la luz.  Pues, todo depende del diseño de las criaturas que fueron creadas para hacer.  El gusano redondo, C. elegans, vive debajo de la superficie de la tierra donde no necesita ojos.  Al mismo tiempo, este gusano redondo tiene solo 302 células nerviosas.   Adult C. elegans roundworm. Los estudios sobre estas células mostraron que algunas de ellas sienten la luz de la misma forma que los vertebrados sienten la luz en sus similares células nerviosas.  Los evolucionistas sugirieron que esto es un ejemplo de un paso temprano en la evolución de los ojos.  Sin embargo, no hay precisión evolucionista para que este gusano redondo evolucione ojos, porque la luz le puede matar.  Además, los animales que supuestamente evolucionaron mucho antes que la C. elegans ya tenían ojos.  Una mejor explicación es que, como los peces de cueva, este gusano redondo vive en la oscuridad  y no necesita ojos, que en todo caso se estarían llenando constantemente de tierra.  No, este no es un ejemplo de evolución, sino un buen diseño de Dios.

Dios ha diseñado todas las cosas para encajar bien en sus ambientes respectivos.  El pez que vive en las oscuras profundidades del océano y tiene señuelos encendidos, los peces que viven en las cuevas más oscuras no tienen ojos así como tampoco los tiene el gusano redondo, C. elegans.  Todos estos muestran las huellas de Dios.

Prayer:
Padre, Tu has hecho todas las cosas bien, muestras Tu sabiduría y poder para que todos la puedan ver. Gracias. Amén.

Notes:
http://www.sciencenews.org/view/generic/id/33889/title/Seeing_without_eyes. Photo: Adult C. elegans roundworm. Uploaded to the Wikimedia Commons by Kbradnam. (CC BY-SA 2.5)

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