Salmos 65:6-7
“Tú, el que afirma los montes con su poder, ceñido de valentía; el que sosiega el estruendo de los mares, el estruendo de sus olas, y el alboroto de las naciones”.

La rana labio blanco macho de Puerto Rico se comunica utilizando más de una variedad de sonidos.  La rana también envía señales sísmicas a través de la tierra.  Los científicos que estudian la rana han aprendido que es más sensible a las señales sísmicas que cualquier otra criatura.      
 
La rana labio blanco macho se comunica utilizando chirridos, cloqueos y golpes en la tierra.  El macho empieza a establecer su territorio al enviar una rápida corriente de chirridos.  Cuando está sentado sobre el lodo, cada chirrido empieza con un golpe.  El golpe sobre la tierra es lo suficientemente fuerte como para viajar por alguna distancia.  Se cree que hace esto al inflar su bolsa de garganta tan rápido que da un golpe en la tierra, enviando una ola sísmica.

El golpe es una parte importante de la estrategia territorial de la rana.  Mientras que sus chirridos le dicen a otros machos su dirección, no dejan que otros sepan cuan lejos está.  Sin embargo, la ola sísmica viajo a través de la tierra a una velocidad diferente de lo que viaja un chirrido por el aire.  Esta diferencia permite a otros machos conocer tanto la distancia y la dirección del macho por los diferentes tiempos en los cuales escuchan el golpe y el chirrido.  Los otros machos responden a los chirridos y los golpes con sonidos más largos llamados cloqueos.  

¿Quién enseñó a la rana este sistema complicado pero preciso?  ¿Quién le enseñó a medir la distancia por medio de utilizar tanto olas aéreas y sísmicas?  Solo nuestro sabio Creador pudo haber hecho esto.  
   

Prayer:
Te agradezco Señor, por las muchas formas sorprendentes en la cual Tu creación muestra Tu sabiduría y poder. Ayúdame a ver más claramente y apreciar las cosas maravillosas con las cuales Tú has llenado la creación. Amén.

Notes:
J. A. Miller. 1985. “Frog Talk: Chirp, Chuckle and Thump.” Science News, Vol. 127, Jan. 12. P. 21.

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