Génesis 9:4
“Pero carne con su vida, que es su sangre, no comeréis”.

Mientras que la mayoría podría estar de acuerdo de que nuestro sistema circulatorio es vital para la vida, muchos de nosotros no apreciamos por completo la labor casi milagrosa de ese sistema.

Su corazón bombea alrededor de cien mil veces al día.  Eso significa que su corazón bombea un equivalente a 10 toneladas de sangre cada día u 80 millones de galones en toda la vida.  ¡Su sistema circulatorio trae esa sangre a toda célula en su cuerpo a través de una red capilar que es tan grande que los vasos capilares combinados de solo cuatro personas, estiradas de filo a filo, llegaría desde la Tierra hasta la luna!

Pero su sistema circulatorio involucra calidad al igual que cantidad.  La química de su sangre es monitoreada y ajustada hasta límites increíblemente refinados para mantenerla en un balance preciso segundo por segundo, día por día, año tras año.  Por ejemplo, la acidez de su sangre es ajustada constantemente a una parte en un centenar de millón.

Nuestro sistema circulatorio no puede ser simplemente “suficientemente bueno” tiene que funcionar perfectamente.  Así que si una evolución sin discernimiento nos creó, tenía que haber hecho que todo el sistema sea perfecto la primera vez.  No hay lugar para millones de años o para un sistema de circulación menos avanzado que se mejora a través de mutaciones.  Aquí los hechos claramente apoyan las Escrituras fuertemente, indicando que fuimos creados en una forma terminada, no nos desarrollamos lentamente a través de la prueba y el error.

Prayer:
Amado Señor Cristo Jesús, Tú que creaste la sangre y todo lo demás, tomaste nuestra forma y naturaleza humana y derramaste Tu sangre en la cruz por mí salvación. Toma mi vida y permite que esta sea de continua gratitud hacia Ti. Amén.

Notes:

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